sábado, 6 de diciembre de 2008



Hay una canción que dice..."a menudo los hijos se nos parecen y eso nos dá la primera satisfacción..."
Con las manos de papá y los ojos de mamá y gestos...
Gestos de abuelos ausentes y desconocidos que son traídos al hoy y se hacen presentes, después de tanto tiempo...
Uno no deja de asombrarse de la vida, de las vueltas de la vida, de lo que la vida nos dá...
y acá estamos papá y yo esperándolos...
Todo el tiempo uno los espera, y espera desde que son pensados, concebidos, deseados; cuando son chicos y cuando son casi grandes, que igual son chicos...
Esperamos que nazcan sanos, que crezcan sanos que duerman por lo menos seis horas, que no se enfermen, que coman, que aprendan a dejar los pañales, que no se peleen, que sepan compartir, que sepan disfrutar de las cosas buenas... y que les pasen cosas buenas, que les vaya bien en el cole, que sean un poco responsables, que se bañen solos, que se independicen un poco... pero solo un poco porque asusta, sobre todo cuando son chicos ; que hagan caso, que sean buenas personas, y que sean felices por sobre todas las cosas...
Y uno como padre no se cansa de dar...
Tiempo, paciencia, amor, consejos, ejemplo, experiencia,sabiduría, palabras, gestos, recomendaciones, plata, sermones, todo lo que necesiten... La mayoría somos incondicionales, generosos, desinteresados, y sin esperar nada a cambio, solo verlos crecer y llegar a donde se lo propongan y en lo posible sin sufrir.
De todas estas cosas se trata la vida, vida que sin ustedes no sería, y si tuvieramos que volver a elegir, elegiríamos...con todo lo bueno, lo masomenos bueno y lo complicado, con todo el pasado, con este presente, y con el mejor futuro... porque están, porque son, y porque son el fruto de nuestro gran loco amor... y aunque a veces no hace falta decirlo... pero es lindo escucharlo...
LOS QUEREMOS!!! El Ruben y La Ale.

1 comentario:

María Segura dijo...

Ustedes cuatro saben lo que pienso los quiero muchísimo y gracias enserio por todo.
¡Son una familia única menendez!

Mi vida